Como respuesta a la necesidad de poner en común inquietudes y experiencias del sector y con los antecedentes y el ejemplo de otras organizaciones internacionales, pero con el objetivo de ir más allá, atendiendo las afinidades que sus miembros tenían tanto por sus especificidades técnicas como por su origen geográfico, el 27 de noviembre de 1986 se firma un acuerdo del que resulta un año después la primera reunión y constitución oficial de ALAMYS en Caracas, con la oferta de participación a organismos de países latinoamericanos y de la Península Ibérica que poseyeran sistemas ferroviarios metropolitanos de transporte masivo de pasajeros y por las empresas y asociaciones que desarrollasen actividades conexas.
El documento de constitución de ALAMYS recogía claramente sus objetivos altruistas de intercambio tecnológico y puesta en común de experiencias entre sus miembros, con el fin de contribuir al aumento de la productividad, la optimización de recursos, la modernización de infraestructuras y de los métodos de gestión,….Su finalidad última, la de la mejora en los servicios al usuario, uno de los mayores factores que condicionan su calidad de vida en las grandes urbes.
Compartir experiencias y promover conocimientos que lleven a implementar mejores prácticas entre sus miembros permitiendo el desarrollo y la implementación de sistemas de transporte masivo sobre rieles, contribuyendo así a la calidad de vida de los habitantes y a la movilidad sostenible de ciudades en Latinoamérica y la península ibérica.