Estos trenes, al igual que el resto de los que han llegado ya a Málaga, se pondrán en servicio desde el inicio de la explotación comercial del metro en el denominado trazado en “V”, correspondiente a las líneas 1 y 2 del ferrocarril metropolitano malagueño hasta el intercambiador de El Perchel-María Zambrano, tramo que presenta un grado de ejecución del 98 por ciento.
Al igual que los anteriores, estos dos nuevos trenes han sido sometidos a pruebas estáticas y dinámicas en el recinto de la fábrica de CAF de Linares, donde se montan sobre los chasis que se fabrican en el País Vasco todos los componentes mecánicos y eléctricos.
Ahora Metro de Málaga someterá a las unidades móviles a una serie de ensayos para verificar la correcta interacción de los distintos elementos que componen la unidad y para comprobar también el equipo de tracción y frenado.
Metro de Málaga adquirió catorce unidades de tren ligero a la empresa CAF Santana, con un presupuesto de 41 millones de euros. Los dos primeros llegaron en abril y noviembre de 2011, respectivamente, para afrontar las primeras pruebas dinámicas en la línea 2. Posteriormente, en la primavera de 2012, llegaron cinco unidades, mientras que en el año 2013 se recibieron tres unidades más. Con la recepción de estas dos unidades, solo quedan por llegar dos convoyes, que se espera que estén en Málaga en los próximos meses.
Características de los trenes
Las unidades móviles que compondrán la flota de trenes del Metro de Málaga reúnen todos los requisitos necesarios para garantizar la accesibilidad tanto de los usuarios como de las personas con movilidad reducida, ya que disponen de una plataforma de piso bajo.
El material móvil está dotado de un triple sistema de frenado, eléctrico sobre motor, mecánico sobre ejes y electromagnético sobre el carril de vía. Este modelo Urbos-3, permitirá velocidades máximas de hasta 70 kilómetros/hora para garantizar su eficiencia y también la optimización del consumo energético, mediante un sistema de recuperación de la energía de frenado. Esta tecnología permitirá un ahorro de hasta el 20 por ciento.
Cada tren tiene capacidad para un total de 221 pasajeros, de los que 52 podrán ir sentados y 169 de pie, lo que supone un máximo de cuatro personas por metro cuadrado. Dada la estructura modular de las unidades, será posible ampliar la capacidad de transporte en eventos o fechas significativas, circulando en doble composición.