CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- Debido al sismo registrado el pasado 19 de septiembre, dos elementos estructurales de la Línea 12 del Metro de Ciudad de México resultaron dañados. El primero de ellos, es la columna número 69, ubicada en la interestación Nopalera – Olivos, la cual registró el agrietamiento del concreto en la zona de máximo esfuerzo, debido a la carencia de estribos, en una longitud aproximada de 85 cm en su parte inferior.
Inmediatamente, el organismo procedió a la colocación de un sistema de apuntalamiento temporal con elementos de acero, para liberar a la columna de las cargas a las que estaba sujeta. Con este apuntalamiento, fue posible la circulación segura de trenes en vacío hasta los Talleres de Tláhuac, para mantenimiento.
El proceso de rehabilitación de la columna consiste en el retiro del recubrimiento, en una altura aproximada de 4.50 metros, donde se aplicaron resinas epóxicas para recuperar las propiedades mecánicas del concreto. Posteriormente se colocó un encamisado con 150 varillas de 1½ pulgadas, cubiertas con concreto de 500 kg/cm2 de resistencia, con lo que se incrementa su capacidad de carga.
Una vez que el concreto tenga un bajo contenido de humedad, se cubrirá totalmente con fibra de carbono. Cabe resaltar que esta columna tendrá mejores condiciones de resistencia, que la original y quedará lista en aproximadamente 10 días. Es importante señalar que todas las columnas del tramo elevado de la Línea 12 están siendo escaneadas y revisadas.
La otra zona afectada, fueron las trabes ubicadas en la interestación Zapotitlán – Nopalera, entre las curvas 11 y 12, donde se dañó el tope sísmico del cabezal, que corresponde a la columna 41.
Los especialistas manifestaron que no hay daños en los elementos estructurales primarios, lo que representa que en esta zona se puede tener circulación de trenes sin riesgo. Sin embargo, el STC considera importante llevar a cabo trabajos de reforzamiento, para reducir los efectos de vibración y tener un mejor comportamiento del claro de 37 metros, el cual es el más largo de todo el viaducto elevado.
El reforzamiento consistirá en colocar apoyos diagonales con diafragmas transversales, que permitirán disminuir dicho claro.
Se tiene previsto que en 15 días naturales estarán apuntaladas las trabes, con lo que se podrán iniciar protocolos de pruebas con trenes lastrados, simulando condiciones de operación con usuarios en hora pico.
Adicionalmente, se realizarán calas en las calles Ignacio Manuel Altamirano y Guillermo Prieto, con el objetivo de ubicar la posición y profundidad de instalaciones hidráulicas y de telefonía para iniciar la colocación de la estructura de refuerzo.
De acuerdo a lo programado, este mismo mes se tendrían las condiciones para restablecer el servicio en las cuatro estaciones que actualmente están cerradas: Tláhuac, Tlaltenco, Zapotitlán y Nopalera.
Es importante resaltar que para el diseño de ambos proyectos de reforzamiento, especialistas del STC están trabajando con estructuristas de asociaciones y empresas reconocidas en la materia.