SANTIAGO, CHILE.- Mientras la Línea 6 del metro ya cumplió un mes de funcionamiento, período en el que ha reducido hasta en 60% los tiempos de viaje de sus más de 110 mil pasajeros diarios, silenciosamente están avanzando las obras de la Línea 3, el otro gran proyecto de la empresa pública que tendrá su estreno a fines de 2018.
Con 22 kilómetros, el trazado unirá Quilicura y La Reina a través de 21 estaciones situadas en esas comunas, así como en Huechuraba, Conchalí, Independencia, Santiago, Ñuñoa y La Reina. Se espera que 1,1 millones de personas vean acortados sus tiempos de viaje en 55%, pues un desplazamiento entre La Reina y Huechuraba debería tomar 31 minutos en vez de los actuales 69′.
El presidente de Metro de Santiago, Rodrigo Azócar, precisó que las obras de la Línea 3 ya superaron el 60% de avance. Ayer, de hecho, hubo un hito: están terminados los rieles y las catenarias (red eléctrica que abastece a los trenes), mientras que las puertas de andén -conocidas por los usuarios en la Línea 6- están en 90%.
“La Línea 3 va a hacer una contribución importante en volver a descongestionar la Línea 1, que es un impacto que ya se ve con la 6. Sobre todo en la parte paralela a la Línea 1, en Matta e Irarrázaval”, explica Azócar. Añade que la marcha blanca, fijada para el último trimestre de 2018, será más breve que en la Línea 6, “porque hay un proceso de aprendizaje”.
Azócar también anunció que a fines del primer trimestre de 2018 se concretará la licitación para que privados construyan y operen edificios (por hasta 20 años) sobre las estaciones Los Leones y Ñuñoa de la Línea 6. La misma idea se replicará en Monseñor Eyzaguirre, Matta y Plaza de Armas, de la futura Línea 3.
Este modelo, denominado OSD (Over Station Development, o desarrollo sobre estaciones), permitirá a la estatal allegar nuevos recursos, que subirán el 20% de ingresos que hoy genera por actividades no tarifarias, como arriendo de locales y de publicidad. “Estos fondos nos pueden ayudar no solo en la operación, sino también en el tercio de inversión que paga el metro con sus tarifas”, concluye Azócar.
Fuente: El Mercurio (Chile).