La tasa que será cobrada a bordo por el revisor con la correspondiente emisión de un recibo, se aplicará con criterios de volumen similar a los que grava el transporte aéreo para llevar en cabina, y a los que excedan en alguna de sus dimensiones de los sesenta centímetros.
Quedan excluidos de la tasa los ordenadores portátiles, y los maletines, carteras y similares. En última instancia ,el revisor podrá rechazar el embarque de buotos cuando considere que el espacio disponible en el tren no es suficiente y no garnatzia el confort de los viajeros.
Reclamaciones
La medida ha entrado en vigor de forma experimental el pasado 1 de febrero, más que un sistema para aumentar los ingresos, es un intento de frenar una tendencia creciente de transportar bultos muy voluminosos.
Ese transporte de bultos, según CP, está teniendo impacto en el nivel de confort y calidad del transporte, muy especialmente en horas punta, con pasillos taponados y asientos ocupados por bultos, y generó en 2013 muchas reclamaciones.