La puesta en marcha de la Línea 1 de Metro de Sevilla ha supuesto la reducción en más de 22.700 toneladas de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, ya que el 41% de los usuarios de este medio de trasporte asegura haber dejado el vehículo privado para realizar sus desplazamientos. Esto supone que de los 59,5 millones de viajeros transportados desde abril de 2009, 24,3 millones han apar-cado el coche y apostado por un medio público sostenible.
La estimación se obtiene a partir del cálculo de emisión de CO2 que durante el periodo en el que el Metro de Sevilla lleva operativo hubieran generado los viajeros que se desplazaban en vehículo privado antes de la inauguración del metropolitano. Se han tomando como datos de partida una tasa de ocupación por coche de 1,2 personas, una media de recorrido de 9 kilómetros y un coeficiente de emisión de 4,2 kilogramos por kilómetro.
Además de la positiva incidencia de la Línea 1 en el medio ambiente, que este año constituye el eje central de la Semana Europea de la Movilidad, el suburbano también contribuye a la racionaliza-ción y diversificación del consumo energético. Su consumo eléctrico anual se estima entre 19 y 20 millones de kilovatios/hora para poder transportar los 14 millones de usuarios/año en los que está estabili-zada su demanda. El 40% de esta energía se destina a la tracción de las unidades del material móvil y el 60%, al consumo y distribución de la energía necesaria para el funcionamiento de sus 21 estaciones, los talleres y cocheras y servicios auxiliares.
Además de la repercusión que supone eliminar coches de la circulación, el metropolitano también ha implementado dos medidas para una racionalización del consumo energético: de un lado, el sistema de freno regenerativo de los trenes de la Línea 1, que reintegran en la red parte de la energía para su reutilización. De otra parte, y relacionado con la diversificación de las fuentes de energía a favor de las renovables, Metro de Sevilla dispone de paneles de energía fotovoltaica en las cubiertas de Talleres y Cocheras, que convierten la energía solar en electricidad y ésta es revertida a la red general de distribución.
Reducir, reutilizar y reciclar
En el ámbito de gestión, la sociedad concesionaria de la Junta de Andalucía aplica la regla de las 3 R del consumo responsable: reducir, reutilizar y reciclar. En concreto, el metropolitano está reduciendo consumo energético al sustituir el alumbrado existente de tubos fluorescentes por iluminación tipo leds en los aparcamientos disuaso-rios de Ciudad Expo, San Juan Alto, así como en la Estación Pablo de Olavide. Esta medida se implantará de forma progresiva en el resto de instalaciones de la Línea 1.
La sociedad operadora de la Línea 1 también está aplicando la regla de la reutilización de la energía, fundamentalmente a partir del mencionado sistema de frenado regenerativo de sus trenes, que permite un ahorro de hasta el 30% en el consumo final de la energía de tracción.
Otra medida de reutilización adoptada se refiere a los textiles que se emplean en el mantenimiento de trenes, que una vez utilizados son gestionados por empresas especializadas en la recuperación y reutilización de dichos textiles. Además, el túnel de lavado de los trenes de la Línea 1 en Talleres y Cocheras cuenta con un sistema de reciclaje de agua para minimizar el impacto del consumo, a lo que se suman el empleo de tarjetas reutilizables en el sistema de billetaje del metro.
Desde el punto de vista del reciclaje, los residuos generados por Metro de Sevilla son tratados por gestores autorizados que garantizan el cumplimiento de la normativa ambiental y que reciclan finalmente aquéllos susceptibles de serlo. El mayor volumen de residuo que genera el ferrocarril metropolitano es el cartón, procedente de los embalajes del suministro de material, que se separan en origen y se gestionan para su posterior reciclaje.