Lo primero que llamó la atención de los santiaguinos fueron las máquinas abriendo la ciudad para construir bajo sus calles vías, andenes y trenes, obras que comenzaron el 29 de mayo de 1969 de la mano del Ministerio de Obras Públicas. Después vino el asombro por lo moderno: las escaleras mecánicas, las ruedas de goma, la limpieza, el sonido mudo de los vagones y, por supuesto, la rapidez con que se podía viajar entre las estaciones San Pablo y La Moneda, trayecto con que se inauguró la Línea 1 el 15 de septiembre de 1975.
Hoy se cumplen 38 años desde que el Metro realizó su primer viaje e inició oficialmente sus operaciones, tras cuatro meses de marcha blanca. Ese día el tren subterráneo se transformó en un hito en el desarrollo de la ciudad. Y lo sigue siendo, ahora como la columna central de su sistema de transporte y como un agente cultural relevante, a través de la instalación de obras de arte de gran formato en sus estaciones, la organización de intervenciones musicales, variadas exposiciones y proyectos orientados al fomento de la lectura.
El crecimiento ha sido rápido. Las primeras labores de extensión de Línea 1 se concluyeron dos años después de esa primera pasada, llegando hasta la estación Salvador. En marzo de 1978 fue inaugurado el primer tramo de la Línea 2 entre las estaciones Los Héroes y Franklin. Este trazado fue extendido en diciembre del mismo año hasta estación Lo Ovalle.
En 1980 el recorrido de la Línea 1 llegó hasta la estación Escuela Militar, alcanzando 25 kilómetros de servicio. En 1997, Se inauguró la Línea 5 del Paradero 14 de Vicuña Mackenna hasta Baquedano. En febrero de 1998 comenzaron los trabajos de extensión hasta Santa Ana. Cuatro años después se inició la construcción de la Línea 4 hacia Puente Alto.
Actualmente, la red se extiende hacia los cuatro puntos cardinales y, pensando en optimizar la conectividad, se espera que a partir de 2016 comenzará a funcionar la Línea 6, que unirá Cerrillos con Providencia y dos años después la Línea 3, que conectará Huechuraba con La Reina. Además, busca mejorar la calidad de su servicio e infraestructura potenciando proyectos de innovación, como la compra de 14 trenes con aire acondicionado para las Líneas 1 y la extensión de andenes de la Línea 5.
“Hace 38 años los santiaguinos llegaban hasta las estaciones de Metro para pasear y conocer las nuevas instalaciones. Hoy nuestra red ferroviaria es el eje estructurante del transporte capitalino y recibe a más de dos millones de pasajeros diariamente. Trabajamos constantemente para garantizar una buena experiencia de viaje, confiable y segura. Para ir más allá, con las Líneas 3 y 6 agregaremos 28 estaciones a las 108 que ya existen, tendremos presencia en 26 comunas con 140 kilómetros de extensión y tendremos capacidad para movilizar a 2,9 millones de pasajeros. Son avances que tienen el mismo objetivo de siempre: mejorar la calidad de vida de los capitalinos”, explica Fernando Cañas, Presidente de Metro de Santiago.
Datos comparativos
Mayor accesibilidad para discapacitados, innovadoras tecnologías para optimizar la eficiencia en la red, nuevos trenes con aire acondicionado y más servicios para los pasajeros, como WI-FI gratuito, son parte de la actual propuesta de Metro. Desde el primer paso del tren, algunas cifras son clave de analizar para comparar cómo ha ido avanzando hasta la fecha:
• En 1975: Entre San Pablo y La Moneda eran 12 estaciones
• En 2013: la red cuenta con 108 estaciones.
• En 1975: La longitud total llegaba a 8,2 Km.
• En 2013: La longitud total llega a 103 km.
• En 1975: Se contaba con 55 coches.
• En 2013: Existen 1.070 coches en la red.
• En 1975: Diariamente se transportaban 35.645 pasajeros (aproximadamente julio 1976).
• En 2013: unos 2,3 millones de personas viajan cada día.
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