La actividad de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), el grupo público que gestiona las redes de metro y autobuses del área metropolitana barcelonesa, genera un valor global de 2.395,6 millones de euros anuales para el conjunto de Cataluña, 6,5 veces más de lo que recibe como aportaciones de las administraciones, según ha calculado un estudio pionero de la UPF Barcelona School of Management, que concluye que TMB funciona como un verdadero tractor económico y social que empuja y dinamiza el territorio donde da servicio.
El objetivo del estudio, realizado por Oriol Amat y Erola Palau, era calcular el valor global que la actividad de TMB generó en el territorio donde presta servicio –Barcelona y 10 municipios del continuo urbano–, en el resto del área metropolitana y en el conjunto de Cataluña durante el año 2019. Si bien hay ejemplos de estudios parecidos respecto al impacto económico de una empresa en el territorio, por primera vez se ha medido también la contribución de un operador de transporte público en términos sociales y medioambientales.
Modelo empresarial sostenible
Para conocer este valor social integrado de TMB se ha cuantificado el valor económico (el impacto que tiene en la economía en términos de renta y empleo) y también el valor social y ambiental (el ahorro generado en externalidades negativas para la sociedad en conceptos como la congestión, la contaminación, los accidentes y el freno al cambio climático, entre otros). Se ha hecho así para reflejar un modelo empresarial sostenible, que tiene en cuenta el capital humano y el entorno local para maximizar dicho valor.
El impacto económico total es el resultado de sumar el impacto directo (la creación de renta y empleo que TMB genera inmediatamente gracias a su actividad), el indirecto (la creación de renta y empleo que los trabajadores de la empresa generan a través del consumo propio de bienes y servicios) y el inducido (la creación de renta y empleo en todos los sectores de la economía).
Con su actividad, TMB generó en 2019 un valor económico de 1.394 millones en el área metropolitana de Barcelona, el 1,02 % del PIB de la metrópolis, y de 1.689 millones de euros en toda Cataluña, el 0,67 % del PIB catalán. En cuanto a puestos de trabajo, fueron 22.899 en el área metropolitana y 27.887 en toda Cataluña, el 1,33 % y el 0,802 %, respectivamente. Eso quiere decir que el empleo generado multiplica por 3,3 la dimensión de la plantilla directa (8.457).
Impacto social y ambiental
En cuanto al impacto social y ambiental, se ha estudiado el ahorro generado por TMB en externalidades, es decir, el conjunto de costes no pagados por el usuario final que se generan a partir del uso de los medios de transporte y que tienen repercusión en toda la sociedad. Dentro de esta factura oculta se han contemplado los tiempos de desplazamiento, el uso de la infraestructura vial, los accidentes, los efectos en la salud de las personas y el impacto ambiental global de las emisiones de CO2, el consumo de energía y el ciclo de vida de los vehículos.
Así, se ha determinado que el servicio prestado por TMB representa anualmente un ahorro en externalidades de 706,5 millones de euros. Este es el coste adicional que soportaría la sociedad si TMB no existiera.
Finalmente, el estudio calcula el impacto global de TMB como el resultado de sumar el impacto económico, social y medioambiental y restarle las aportaciones económicas recibidas en forma de aportaciones de las administraciones públicas. Así, en 2019 TMB recibió en concepto de prestación de servicios 368,8 millones de euros, y generó una riqueza a la sociedad de Cataluña de 2.395,6 millones de euros, de los cuales 1.689,1 corresponden al impacto económico y 706,5 al impacto social y medioambiental, es decir, al ahorro en externalidades. Cada euro aportado de los fondos públicos generó, por lo tanto, 6,5 euros como retorno a la sociedad.
La principal conclusión es que, adicionalmente a la prestación de un servicio de transporte de calidad a los ciudadanos (627,4 millones de viajeros en 2019), la actividad desarrollada por TMB devuelve con creces las aportaciones que recibe, que deben considerarse inversiones de alta rentabilidad y no un coste. Queda demostrado un relevante efecto dinamizador de la economía, especialmente dentro del ámbito de Barcelona y su área metropolitana.
En resumen, TMB aporta un gran valor social y medioambiental, con especial incidencia en aspectos principales como la calidad de vida, la salud pública y el medio: alivia la congestión y utiliza mejor el espacio urbano, contribuye a reducir los tiempos de viaje, es fundamental para el medioambiente y contribuye a frenar el cambio climático, promueve estilos de vida saludables, relaciona a las personas con sus puestos de trabajo, con el ocio, la cultura, la educación, la sanidad… y mejora la seguridad vial.
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