Mientras la Nación y la Ciudad se
pasan la pelota sobre a quién le pertenece hoy la autoridad sobre
el subterráneo porteño, lo único concreto es que el pasaje seguirá
costando $2,50 , como ocurre desde principio de
año.
El miércoles pasado, enojado por el
estado en que recibió los subtes y la decisión del Gobierno
nacional de retirar a la Policía Federal de la custodia de las
estaciones, Macri anunció que suspendía su participación en la
comisión que debía acordar los detalles del traspaso y devolvía el
servicio la Nación.
Desde entonces, estalló un ida y
vuelta de declaraciones entre Macri y la Presidenta . Ante la
Asamblea Legislativa, Cristina Kirchner tildó al jefe de Gobierno
de “adolescente” y “caprichoso”, que no podía “devolver el subte
como si fueran zapatos” y le pidió que “se haga cargo” de sus
responsabilidades. Macri ratificó su decisión en una carta que
envió a Julio de Vido y aseguró que el Gobierno nacional podía
volver a fijar la tarifa que quisiera.
“Con la suspensión del acuerdo y de la
comisión de traspaso, la potestad tarifaria la tiene el Gobierno
nacional”, insistió ayer ante Clarín el jefe de Gabinete porteño,
Horacio Rodríguez Larreta. Cuando este diario consultó en el
Ministerio de Planificación si la tarifa volvería a ser de $ 1,10,
la respuesta fue igual de lapidaria : “El subte es de la Ciudad.
Pregúntele a ellos”.
El 3 de enero pasado, la Nación y la
Ciudad firmaron un acta en la que la Ciudad ratificó “la decisión
de aceptar la transferencia de la concesión de subterráneos”,
asumió desde entonces “el control y la fiscalización” y la
“potestad de fijar tarifas”. También se acordó la creación de una
comisión que en 90 días debía fijar “los actos jurídicos que sean
necesarios suscribir para la formalización de las demás cuestiones
legales, económicas y administrativas”.
En aquel acto, la Nación se
comprometió a pagar durante un año 360 millones de pesos, la mitad
del monto que había pagado en subsidios a la concesionaria
Metrovías en 2011. Para cubrir la diferencia, Macri dispuso
enseguida un aumento del 127% en la tarifa del pasaje, que la llevó
a $2,50 desde el 5 de enero.
Ese es el importe que se seguirá
cobrando en las boleterías hasta nuevo aviso, aunque fuentes de
Metrovías aceptaban ayer que el tema tarifario “quedó en un limbo”
con las últimas noticias.
En la compañía ya muestran su
preocupación porque con ese aumento los subtes perdieron un 30% de
pasajeros en manos de otros medios de transporte más
baratos.
La puja parece instalada sobre el
alcance de aquel acta firmada el 3 enero. “No fue un contrato. Lo
que decía ese acta es que había 90 días para cumplir con todos los
pasos para firmar el convenio de traspaso definitivo, que tiene que
ser aprobado por la Legislatura. Pero no se cumplió ninguno”,
afirmaron desde el Gobierno porteño.
“El acuerdo no le daba 90 días (a
Macri) para ver si le gustaban o no, sino que ratificó la
Constitución de la Ciudad y lo que hace más de diez años votó la
Legislatura”, insistió ayer De Vido. “Macri olvida que no es un
comentarista de la realidad que puede dedicarse a hacer denuncias.
Si fuera tan responsable, aprovecharía que los tiene a su cargo
para resolver los problemas que dice tienen los subtes”,
subrayó.
En la Rosada repiten que irán a la
Corte Suprema si la Ciudad no se hace cargo del servicio. En
Bolívar 1, en tanto, ya trabajan en su propia estrategia judicial
para demostrar que la Nación sigue siendo titular del subte y que
la transferencia nunca se concretó.