RÍO DE JANEIRO – BRASIL.- Estudio del BNDES muestra que será necesario invertir R$ 42,5 mil millones en un período de 12 años, contados a partir de 2016, para que la demanda de transporte de la región metropolitana sea atendida en su plenitud. La mayor parte del dinero, dice el estudio, debe aplicarse en la expansión del metro. El banco estima que serían necesarios R$ 35 mil millones (83% del total) para construir 81,8 kilómetros de líneas, más del doble de la estructura existente.
Los 81,8 kilómetros incluyen tanto metro pesado como metro ligero, terminología usada por BNDES para diferenciar la capacidad de los modales (alta y media-alta). Hoy, Río tiene 42 kilómetros de líneas de metro pesado y más de 16 kilómetros en obras, conectando la Zona Sur a la Barra de Tijuca, en la Zona Oeste, las que deben inaugurarse el año que viene. Para calcular cual es la extensión adicional necesaria en este y en otros modales, el banco ya contabilizó en la infraestructura existente tramos en construcción para los Juegos Olímpicos.
Ajuste fiscal puede frenar proyectos
En segundo lugar de la lista de necesidades de inversión se encuentra el Vehículo Ligero sobre Rieles (VLT por su sigla en portugués), con una demanda de recursos de unos R$ 5,8 mil millones para construir 83 kilómetros de rieles. En menor escala aparecen el BRT de media distancia (R$ 1,3 mil millones para 34,3 kilómetros) y el tren ligero, que conecta la periferia con el núcleo urbano (R$ 178 millones para 1,2 kilómetro).
En el país, la proyección es de una necesidad de inversión de R$ 234 mil millones o 4,8% del PIB en los mismos 12 años. Los autores del estudio no discuten cual debe ser el trazado de las obras. Se limitan a señalar la carencia de cada ciudad y a calcular la necesidad de inversión. Se levantó información sobre las deficiencias de 15 regiones metropolitanas. Río concentra la segunda mayor demanda de recursos, seguida solo por São Paulo (R$ 83,5 mil millones).
Para los especialistas, las inversiones prioritarias en Río deben contemplar una nueva línea de metro que conecte Jacarepaguá (Zona Oeste) con el Centro, además de una nueva conexión entre las estaciones Estácio y Carioca, siguiendo hasta la Praça XV. La primera ayudaría a aliviar la demanda por BRTs en la Zona Oeste y la segunda daría independencia a las actuales líneas 1 y 2 del metro, permitiendo elevar el número de pasajeros transportados. Actualmente, como las dos líneas son interdependientes, las composiciones de la línea 2 -que podrían soportar hasta ocho vagones- solo viajan con seis vagones, pues éste es el límite de la capacidad de la línea 1.
La Zona Norte también debería contemplarse en la expansión del metro, dentro de la evaluación de los analistas, especialmente los barrios que unen Tijuca con el Engenho de Dentro. En el caso de la Baixada Fluminense, la sugestión es que se hagan BRTs que conecten los municipios de la Región Metropolitana con Transbrasil (carril de autobús en la Avenida Brasil), además de mejoras en el sistema de trenes urbanos.