SAO PAULO, BRASIL.- Las llamadas “obras de modernización” de la Compañía Paulista de Trenes Metropolitanos (CPTM), vendidas hace cinco años como la solución para dar “calidad de metro” a los trenes suburbanos de Sao Paulo, están con una tasa de finalización de 78% y deben concluir este año, según lo informa la Secretaría de Estado de Transportes Metropolitanos. Estas obras se presentaron después de una serie de fallas en la CPTM, entre 2011 y 2012, que llegaron a terminar en enfrentamientos entre pasajeros y la policía, con estaciones de la zona este de la capital destrozadas.
“Las reformas que estamos realizando son complejas, porque no tenemos tiempo de trabajar”, argumenta el secretario Clodoaldo Pelissioni. “Realizamos los trabajos durante la madrugada, aproximadamente tres horas por día. En algunos países, cuando se van a realizar obras del tamaño que se están haciendo acá, hay hasta quien consigue cerrar una línea por más de un año”, señala.
Las obras son el reflejo del desgaste de la red ferroviaria hasta los años 1990. CPTM, que se creó a partir del cruce de Vía Férrea Santos-Jundiaí, de la Compañía Sorocabana y de la Compañía Brasileña de Trenes Urbanos (CBTU), pasó a operar trenes más nuevos que los de la red ferroviaria. Con el paso de los años, la red de alimentación de energía, la de señalización y hasta los equipos de vía comenzaron a presentar fallas constantes, resultado del desfase tecnológico.
“Nuestra expectativa es que vamos a concluir estas obras en septiembre. A partir de ahí, la cantidad de fallas debe disminuir significativamente. Muchas de ellas son de origen eléctrico”, afirma el secretario de Transportes Metropolitanos de Sao Paulo.
Las Líneas 7-Rubí y 9-Esmeralda son las que más recibieron servicios. En los últimos dos años, por otro lado, pasajeros de la Línea 10-Turquesa, el ramal que une la capital al ABC, fueron los que menos sintieron impacto en los servicios – que exigen paralización parcial de las vías los fines de semana. Antes de ayer y ayer, por ejemplo, las seis líneas de la red tuvieron intervenciones que hicieron aumentar el tiempo de intervalo entre los trenes hasta 35 minutos.
El secretario Pelissioni destaca además que las obras se llevan a cabo con recursos exclusivos del Estado. “Tenemos una buena asociación con los bancos públicos, pero el primer real que vendrá directamente del Tesoro de la Unión para la CPTM, sin ser un préstamo, será justamente para la extensión de la Línea 9-Esmeralda. Todo el dinero que llega hasta ahora es financiamiento, especialmente para el metro”, concluye.
FONTE: O ESTADO DE S. PAULO