Esta primera línea es parte de un proyecto más extenso de reconstrucción ferroviaria y construcción de nuevas líneas (ver gráfico). La línea Dar es Salaam-Isaka se rehabilitará y prolongará desde Isaka hasta Kigali, en Ruanda, y desde Kesa hasta Gitega en Burundi.
Para el diseño de la línea se están estudiando varias opciones que pasarían por implantar el sistema dual de ancho o construir desde el principio en ancho internacional.
Tanzania cuenta actualmente con 2.707 kilómetros de vías en ancho métrico en muy mal estado, hasta el punto de que el tráfico ferroviario se ha reducido a mínimos en mercancías y viajeros (ver gráfico).
La sucesión de accidentes, algunos de los cuales de enorme magnitud, ha llevado a diseñar este proyecto de reforma y ampliación que ahora cuenta ya con financiación del Banco Mundial.
Las obras se pretenden realizar con el sistema de participación público-privada con contratos que incluyan también la explotación posterior. Los proyectos futuros incluyen nuevas líneas para conectar con Kenya y Uganda (ver gráfico)
Situación actual del ferrocarril en Tanzania
Los 2.707 kilómetros de vías mantienen unos estándares de velocidad incompatibles con un transporte ferroviario a costes competitivos porque el estado de la infraestructura no permite desarrollar velocidad de más de 50 km/h e incluso por debajo con tramos a sólo 13 km/h en muchas zonas.
En mal estado está también el material móvil pues Tanzania RailwaysLimited (TRL) carece de la mínima capacidad financiera para el mantenimiento de la flota de 109 locomotoras y 1.670 vagones. Por este motivo la disponibilidad es inferior al 40 por ciento.
Los accidentes por descarrilamientos son frecuentes, con daños en la infraestructura, que se saldan con nuevas limitaciones de velocidad.
En junio de 2002, uno de esos accidentes provocó 281 muertos, récord en las desgracias ferroviarias de África.