Esta segunda línea de financiación, por valor de 130 millones de euros, viene a completar la primera línea aprobada en febrero de 2012, por idéntico importe, que ya ha sido desembolsada íntegramente para hacer frente a las certificaciones de obra del metro ligero. Con esta financiación, que se completará con otro préstamo de la banca comercial en vías de tramitación final, más los recursos presupuestarios ya aplicados a la obra, se podrá culminar y poner en servicio este sistema de transporte público.
Unidad móvil del metro de Granada.
Esta segunda línea de financiación, suscrita entre la sociedad Metro de Granada, cuyo administrador único es la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía, y el BEI, dispone en los presupuestos de la Junta de Andalucía del correspondiente aval para obtener su disposición. La autorización de dicha garantía por parte de la Junta, contemplada en el capítulo de endeudamiento de los presupuestos de 2013 y 2014, debe ser autorizada ahora por el Consejo de Gobierno para la disposición efectiva de estos recursos. “Este contrato supone un impulso definitivo para la culminación de la obra y puesta en servicio de esta infraestructura, llamada a cambiar para siempre y a mejor la movilidad en Granada y su área metropolitana”, ha señalado Manuel Morales, delegado de Fomento y Vivienda en Granada.
Máxima prioridad
Con la obtención de la segunda línea de financiación, el metro de Granada recibe los recursos necesarios para culminar tanto la inversión en la infraestructura, montaje de vía, sistemas y material móvil, como las necesidades económicas para la puesta en servicio comercial. Todos estos conceptos requieren de una inversión total de 558 millones de euros, de los que la Consejería que dirige Elena Cortés lleva ejecutados casi 350 millones de euros, es decir, más del 63% del montante global, lo que incluye también las primeras necesidades para la puesta en servicio comercial. “En un contexto de especial dificultad y estrechez presupuestaria, la Consejería de Fomento y Vivienda ha mantenido en todo momento el metro de Granada como máxima prioridad en materia de inversión”, ha añadido Morales.
Actualmente, la obra civil, que incluye la infraestructura, montaje de vía y reurbanización, presenta un estado de ejecución próximo al 90%. Este grado de avance ha permitido concluir la práctica totalidad de la obra, salvo el tramo iniciado más recientemente, el correspondiente al paso del metro por Andrés Segovia, así como las obras pendientes en la zona de la estación de ferrocarriles de Avenida de los Andaluces, que aún están pendiente de la autorización final del Ministerio de Fomento. Por su parte, los trabajos de instalaciones y sistemas de comunicaciones, energía y señalización presentan también un grado de avance sustancial, y en cuanto al material móvil, la Consejería ya dispone de 8 de los 15 trenes fabricados.
El metro de Granada es una infraestructura de transporte público que se inscribe en el área metropolitana de la ciudad de Granada, y que posee un carácter supramunicipal, al conectar las ciudades de Albolote, Maracena, Granada y Armilla. Se trata de una línea de metro ligero de 16 kilómetros de longitud, que discurre mayoritariamente en superficie, salvo los 2,8 kilómetros de recorrido subterráneo por el eje de Camino de Ronda y Avenida de América, en la capital. Cuenta con 26 paradas, de las cuales tres son estaciones subterráneas y el resto en superficie. Su trazado atenderá a 134.000 habitantes, que residen en un radio de 500 metros de una estación o parada, y su previsión de demanda para el primer año completo de explotación supera los 11 millones de usuarios.
El metro ligero constituye la principal inversión en una infraestructura de transportes de la Junta de Andalucía en la provincia de Granada. Su construcción actualmente da empleo a unos setecientos trabajadores. Es, junto al metro de Málaga y el tren tranvía de la Bahía de Cádiz, la principal actuación en materia de movilidad sostenible que acomete la Consejería que dirige Elena Cortés.