La empresa francesa de ferrocarriles, SNCF, pide licencia para operar el AVE Madrid-Barcelona Jueves, 10 de Enero de 2013
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La amenaza para Renfe
se ha concretado. Esta misma semana, coincidiendo con la
inauguración del tramo de alta velocidad entre Barcelona y Figueres
el gigante ferroviario estatal francés SNCF ha iniciado las
gestiones ante la dirección general de Ferrocarriles del Ministerio
de Fomento. Solicita una licencia de cabotaje para operar servicios
ferroviarios entre Madrid y Barcelona por la línea del AVE a partir
del 1 de enero de 2014.
La SCNF, una empresa 10 veces mayor que Renfe, es la primera
compañía internacional en los últimos 70 años que solicita permisos
para operar servicios de tren de pasajeros en competencia en
España. Se aprovecha de los planes de liberalización del del
Gobierno de Rajoy que permitirá la competencia en este tipo de
tráficos en la red nacional a partir del próximo mes de julio.

Sorprendentemente, y
mientras el Ejecutivo español acelera los planes de liberalización
del ferrocarril de viajeros, el Estado francés, dueño de la SCNF,
se opone a un calendario de Bruselas que quiere que en 2019 haya
plena competencia en este tipo de explotación domésticas en todos
los países de la Unión Europea.

Cabotaje

La licencia que
gestiona la SCNF ante Fomento sea de ‘cabotaje’ deja al descubierto
su intención de no andarse por las ramas y, por tanto, evita operar
servicios transfronterizos entre Madrid, Barcelona y Paris, que
considera faltos de cualquier opción de rentabilidad y atractivo
ante la competencia del avión.
Ha decidido, por el contrario, instalarse en el mismo corazón de
la red de AVE española; esto es, explotar servicios de tren de
pasajeros directos en alta capacidad y bajo coste, compitiendo a
cara de perro con Renfe, en la línea del Madrid-Barcelona, la más
densa y rentable de la red. Para ello utilizará su nueva y flamante
flota de trenes de dos pisos fabricados por Alstom con una
capacidad de más de 500 viajeros y más de 1000 en tracción
doble.

Los franceses han
decidido avanzar las gestiones aunque todavía no esta desarrollado
por Fomento los procedimientos definitivos para conseguir los
permisos para una actividad en competencia que es novedad completa
en España y en buena parte de Europa. Sin embargo, lo ajustado de
los plazos de la liberalización que ha programado el Gobierno
justifican la celeridad.

Los agresivos planes de
la SCNF para el mercado español han sido elaborados por dos
comisiones de trabajo durante el plazo de más de una año. Una ha
estudiado el marco legal de la liberalización del ferrocarril en
España. La segunda comisión se ha centrado en conocer y analizar
todos los detalles de mercado y explotación en el corredor de alta
velocidad ferroviaria entre Madrid y Barcelona.

Renfe se queda sola

La apuesta de la SNCF
por competir en el mercado doméstico español ha dejado un tanto
desairada a Renfe. La compañía española había pactado con la
francesa realizar de forma conjunta los tráficos transfronterizos
en alta velocidad entre Madrid, Barcelona y París, una vez que,
como ha ocurrido esta misma semana, se hubiera abierto al tráfico
el tramo del AVE entre la Ciudad Condal y Figueres en Gerona. Pero
la operadora gala ha cambiado los planes y no quiere colaborar con
Renfe sino competir con ella. Le lleva ventaja la que su material
rodante de dos pisos, fabricado por Alstom, ya está homologado para
poder circular por la red española, tras haber sido dotado de
señalización ERTMS.

A Renfe, entre tanto,
se le ha quedado cara de sorpresa. Muchos directivos aun no creen
que la SCNF vaya a apostar por el AVE del Madrid-Barcelona,
utilizando las infraestructuras entre la frontera gala con España
que tan gentilmente se ha coinstruido con el dinero público de los
españoles. Por otra parte la compañía ferroviaria española está
encontrando importantes dificultades para adaptar y homologar 10
trenes de la serie S-100 (los que se compraron a Alstom en la
década de los 90 del pasado siglo para inaugurar el AVE Madrid
Sevilla) para que puedan circular por la red francesa. Es necesario
introducir importantes modificaciones en su señalización y en su
electrificación. Por otra parte hay un número creciente de voces
que consideran que nunca serán rentables los tráficos de conexión
ferroviaria con Paris, desde Madrid y Barcelona, por mucho que
corran los trenes.