“En nuestra permanente búsqueda de soluciones para el metro de Málaga, la Consejería de Fomento y Vivienda ha conseguido ofrecer un horizonte cierto para esta infraestructura de transporte, que es un proyecto viable y adaptado a la realidad socioeconómica y a las necesidades de movilidad de la ciudad”, ha señalado en una entrada en el blog ‘Infraestructuras y Movilidad’, de la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía (www.infraestructurasymovilidad.es).
Visita de la Consejera al Metro de Málaga el pasado mes de julio.
“Antes, tal y como fue concebido en 2003, [el metro] sencillamente era inviable, y la pretensión de mantener este diseño estaba bloqueando todo el proyecto. Finalmente la Consejería ha roto ese bloqueo con una alternativa”, ha apuntado Cortés, para quien la solución adoptada ofrece “certidumbre financiera, técnica y temporal, evita un serio menoscabo a las arcas públicas (al dinero público, de todos) y abre paso al trazado en superficie, premisas con las que hace ya un año planteamos que el proyecto necesitaba un replanteamiento a fondo”.
Cortés destaca que el acuerdo recoge “un metro en superficie en zonas densamente pobladas de la ciudad, en consonancia con el modelo que defiende la Consejería de Fomento y Vivienda y con las mejores experiencias de movilidad sostenible en toda Europa”. Y a continuación enumera algunas de las ventajas de la solución adoptada frente a la concebida en 2003. “De los 1,8 kilómetros de metro soterrado por el centro (hasta La Malagueta), pasamos a 300 metros (hasta estación Atarazanas), a los que se sumarán hasta dos kilómetros en superficie por la zona norte (hasta el entorno del Hospital Civil). De los 19 millones de viajeros previstos en el proyecto inicial, pasamos a cerca de 22 millones. De una población servida de 200.000 personas, pasamos a 216.000. Y todo ello con un ahorro de recursos públicos multimillonario y plazos más cortos”, escribe la consejera, para quien el acuerdo supone “sin duda una solución para celebrar, beneficiosa para la ciudadanía malagueña y andaluza”, así como “una conquista de la política entendida como eficiencia en la gestión de recursos públicos y voluntad de entendimiento entre administraciones a partir del análisis frío de la realidad y de las demandas de la gente”.
“No mirar para otro lado”
La responsable de Fomento y Vivienda señala que “la próxima apertura de las líneas 1 y 2 hasta el intercambiador de El Perchel-María Zambrano, fruto del intenso esfuerzo inversor de la Consejería de Fomento y Vivienda, se celebrará sin que penda la incertidumbre sobre todo el proyecto”. “El metro será en breve una realidad. Y no será una hipoteca”, añade. Para Cortés, la “acertada” revisión del proyecto es, ante todo, “resultado de no haber mirado hacia otro lado y haber puesto sobre la mesa la realidad del metro, con todos sus números y perspectivas de futuro, lo que ha facilitado el diálogo institucional con el Ayuntamiento de Málaga”. “Las obras y el funcionamiento del metro de Málaga, que actualmente ocupan a más de mil hombres y mujeres, podrán continuar generando actividad y puestos de trabajo en un contexto de fortísimo desempleo y caída generalizada de la inversión en obra pública. El empleo ha sido siempre nuestra prioridad”, agrega la consejera.
Cortés señala que el trazado soterrado por la Alameda hasta la altura de la calle Torregorda, que será la estación Atarazanas, implica una obra de 300 metros “asumible y eficiente”, ya que el metro dejará allí a los viajeros en el centro, “a un paseo de un par de minutos de la emblemática y muy transitada calle Larios”. “Evitamos abrir en canal sine die el corazón de la ciudad, un kilómetro y medio más de trazado que, tal y como estaba previsto, resultaba inviable económica y técnicamente”, apunta Cortés. “Suponía unos colosales riesgos financieros, no sólo por la elevada factura de una obra concebida en un contexto completamente diferente y que ahora se revelaba sobredimensionada e insostenible, sino porque exponía a las arcas públicas de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento al pago de indemnizaciones multimillonarias”, manifiesta la consejera, que añade: “Con la solución aportada, esos riesgos quedan conjurados, al tiempo que evitamos la afección al aparcamiento subterráneo de La Marina, reducimos las incertidumbres arqueológicas y minimizamos la afección a los ficus”.
“El metro llegará antes a más gente y en mejores condiciones”, señala Cortés, “y todo ello con una inversión 130 millones de euros menor”. “Hacer más con menos. Así entendemos la austeridad, como un uso eficiente y responsable de los recursos públicos, no como recorte”, resume. Cortés recuerda que, nada más asumir el cargo de consejera de Fomento y Vivienda, en mayo de 2012, fijó “como prioridad el metro de Málaga”, consciente de que se trataba de “un proyecto que arrastraba un largo historial de retrasos y controversias, por lo que la ciudadanía demandaba un compromiso claro y un ejercicio honesto de transparencia”. La consejera afirma que su departamento ha “respondido” a esas exigencias”. “Primero acelerando los trabajos en el trazado en V y reiniciando la obra, que encontramos paralizada, entre Renfe y Guadalmedina. Y luego, en octubre, poniendo sobre la mesa el debate sobre el futuro de la red de metro, una vez analizado a fondo todo el proyecto”, señala.
“La Consejería de Fomento y Vivienda realizó una propuesta que tenía como objetivo dar viabilidad y certidumbre económica, técnica y de plazos a toda la red de metro. El resultado de este acuerdo es exactamente ése, lo que demuestra que el diálogo (el diálogo crítico y constructivo, no el diálogo vano y superficial) enriquece siempre a las partes”, apunta Cortés, que recuerda que “en el último año se han celebrado entre la Consejería de Fomento y Vivienda y el Ayuntamiento más comisiones de seguimiento que en los nueve anteriores”. “Vamos a seguir en esa línea de diálogo y transparencia”, incide la consejera, para quien “el metro ahora sí es un proyecto verosímil y con futuro, cosa que no era tal y como estaba planteado”. “Y su apertura está además a la vuelta de la esquina”, concluye.