Artículo de: Joubert Flores, Presidente del Directorio de ANPTrilhos
Este año, el mundo da un paso más hacia la fecha límite propuesta por la ONU para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A menos de 8 años de su finalización, la Agenda 2030 y sus 17 compromisos siguen siendo un estímulo importante para que las grandes corporaciones, los gobiernos y la sociedad encuentren respuestas que conduzcan a un futuro más prometedor.
En el contexto del transporte de pasajeros, destaca el objetivo número 11: hacer que las ciudades y comunidades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. Según la Agenda, se espera que para 2030 sea posible “proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, accesibles, sostenibles y asequibles para todos” (OSD 11.2).
Estructurar los sistemas de movilidad puede jugar un papel fundamental en este contexto, tanto por sus predisposiciones intrínsecas a contribuir al medio ambiente, como por las posibilidades de transformación social derivadas de la naturaleza de los servicios y las características de las redes de transporte.
opción correcta
Desde el punto de vista medioambiental, los beneficios del transporte de viajeros por ferrocarril son innegables. Recientemente, la Ciudad de Río de Janeiro lanzó, a través del Instituto Pereira Passos, un estudio que muestra que entre 2012 y 2021, el transporte local por carretera emitió en promedio 100 veces más gases que el transporte ferroviario.
Otras publicaciones también demuestran los efectos positivos de la estructuración del transporte público sobre el tráfico y la congestión, resultantes de la reducción de vehículos en circulación. Por tanto, optar por sistemas de alta capacidad es crucial para lograr ciudades más limpias y saludables.
En el eje social destacan aspectos como la reducción de accidentes y el movimiento de pasajeros. Las redes de transporte bien distribuidas geográficamente y que funcionan con calidad permiten “ir y venir”, manteniendo el pulso de las ciudades, reduciendo las distancias físicas y sociales y generando equidad y crecimiento.
Impacto en el entorno
Sin embargo, es necesario ampliar la visión y prestar cada vez más atención a las diversas necesidades de los usuarios e incluso de quienes viven alrededor de los sistemas. Un campo relevante es la inserción de estas operaciones y sus relaciones con las comunidades.
Es necesario pensar más allá de los muros de la estación, generando diálogo con los territorios aledaños para minimizar impactos y generar oportunidades de beneficio social. A través de asociaciones, proyectos fomentados y otras medidas de acción directa, los sistemas de transporte pueden ser impulsores del desarrollo, utilizando todo, desde la capilaridad geográfica hasta los medios de comunicación con miles de clientes diarios para aumentar el alcance de las iniciativas de desarrollo comunitario.
La diversidad en su esencia
El público de un sistema de movilidad es naturalmente diverso y esto debe reflejarse en la prestación de servicios. Los requisitos de accesibilidad, por ejemplo, son cada vez más importantes.
La seguridad de las mujeres también requiere atención: según el reciente Balance del Sector Metro-Ferroviario de la ANPTrilhos, entidad que agrupa a los operadores de los sistemas de metro, tren urbano y Vehículos Ferroviarios Ligeros (VLT), el 56% del público en 2023 era femenino.
Y esto debe tenerse en cuenta a la hora de planificar operaciones y servicios, incluso en un sector cuyos puestos de trabajo están ocupados mayoritariamente por hombres.
La adopción de prácticas corporativas de diversidad e inclusión es un movimiento que contribuye a la construcción de un entorno que fomente la creatividad y el pensamiento plural, permitiendo a las organizaciones generar resultados y soluciones más acordes con los diferentes perfiles que circulan por el sistema.
La sostenibilidad medioambiental y la sostenibilidad social se encuentran en el transporte público de viajeros de alta capacidad. Cuando realmente seamos conscientes de esto, podremos multiplicar el potencial de nuestras acciones con soluciones integradas que fortalezcan múltiples dimensiones, apoyando decisivamente la resolución de los desafíos que la Agenda 2030 plantea al mundo entero.
Artículo publicado en el periódico O Estado de S.Paulo, en Mobilidade Estadão, el 14 de agosto de 2024.