De este modo, tanto el Príncipe como el presidente González
asistieron a uno de los hitos de este proyecto que se ha realizado
en dos fases y con el que la Comunidad de Madrid continúa apostando
por el Metro de Madrid como seña de identidad de la región y por la
inversión en infraestructuras como motor de desarrollo
económico.
Durante el acto, el Príncipe fue testigo del momento de unión del
tramo en obras con el que ya se encuentra en servicio, que finaliza
en la estación de Mirasierra. En esta segunda fase, actualmente en
obras, la línea 9 conectará con una nueva estación en la calle
Costa Brava, que será parte integrante de un futuro intercambiador
con las líneas C3, C7 y C8 de la Red de Cercanías.
No es la primera vez que el Príncipe visita las obras de
ampliación de Metro de Madrid. En 2005, tuvo ocasión de supervisar
personalmente los trabajos de ampliación de la línea 1 de Metro, la
misma que su bisabuelo Alfonso XIII inauguró en 1919, que en ese
momento estaba siendo ampliada hasta el PAU de Vallecas. Pero si en
aquella visita comprobó la excavación del túnel mediante
tuneladora, en ésta el método utilizado ha sido el conocido como
“Método tradicional de Madrid”, en el que la excavación se realiza
“a pico y pala”.
Se trata de un método que nació en Madrid y que ha sido utilizado
en las sucesivas ampliaciones de Metro que se han venido
realizando. Aún hoy se utiliza cuando las condiciones del proyecto
lo requieren por las características del terreno o la longitud del
tramo, como en este caso. Prueba del éxito de este procedimiento es
que de los 116 kilómetros de Metro que existían en 1996, 80 se
habían realizado con él. Desde entonces, ha continuado utilizándose
en algunos tramos como en parte de Metrosur, la ampliación de la
línea 7 a la estación de Islas Filipinas, la de la línea 2 a La
Elipa y ésta de la línea 9 a Mirasierra.