En la capital de España y tras las obras de modernización de la estación de metro de Gran Vía, Metro de Madrid ha vuelto a abrir sus puertas a los usuarios con un aspecto y tecnología totalmente nuevos. Por un lado, una profunda renovación en su arquitectura ha permitido ampliar el vestíbulo principal, pasando de 900 a 2.000 metros cuadrados. Además, cuenta con una conexión directa con Renfe Cercanías Sol.
Por otro lado, la estación ya es plenamente accesible, puesto que cuenta con cuatro nuevos ascensores y 13 escaleras mecánicas para facilitar los desplazamientos de los viajeros. 14 nuevas máquinas de venta de títulos de transporte y 17 tornos de entrada con un diseño y prestaciones más moderna y eficaces, completan la estética futurista de este espacio. Sin embargo, Gran Vía, no deja a atrás su pasado, ya que cuenta con un espacio museístico que recoge los restos arqueológicos aparecidos durante las obras de ampliación y remodelación. Además, en el exterior de la estación se ha recuperado la estructura diseñada por el arquitecto Antonio Palacios. Se trata de una reproducción totalmente fiel al original que se utilizó para acoger un punto de acceso a la estación entre los años 1920 y 1970.