Después de un año de operación comercial, la línea P (Picacho) del Metro de Medellín se ha convertido en el segundo cable aéreo que más usuarios moviliza en un día laboral promedio, luego de la línea K (Santo Domingo). Entre el 10 de junio de 2021 y junio de 2022, en el Metrocable línea P se han transportado nueve millones de pasajeros. La cifra promedio de usuarios diarios ha ido en aumento desde el inicio de la operación, en los últimos días, por ejemplo, ha movilizado 40.000 personas en promedio en un día laboral.
“Estamos muy contentos de haber inaugurado esta línea a pesar de las dificultades de la pandemia, porque estamos generando más calidad de vida y transformación urbana positiva para la ciudad. Además, esta línea de cable aéreo nos está aportando una reducción de casi 980 toneladas anuales de CO2. Es más calidad de vida y más sostenibilidad económica y social para la región”, expresó el gerente del Metro, Tomás Elejalde Escobar. El Metrocable Picacho es el de mayor capacidad y velocidad del país. Las telecabinas no solo han transformado la forma de moverse para buena parte de los habitantes de las comunas Castilla y Doce de Octubre de Medellín; el impacto social, cultural, urbanístico y ambiental también ha sido significativo.
Desde la puesta en funcionamiento de la nueva línea P hace un año, se abrieron las posibilidades para el empleo, hoy se registra la generación de 112 empleos directos. Los ciudadanos también reconocieron los beneficios de la nueva línea; “el Metrocable me parece una muy buena implementación para los estudiantes del SENA y los colegios aledaños a esta zona, pues es un transporte seguro y de fácil manejo, de utilidad”, dijo Juan Pablo Holguín, estudiante del SENA y usuario de este sistema. La línea P cuenta con cuatro estaciones (Acevedo, SENA, Doce de Octubre y El Progreso), está conformada por 29 pilonas y tiene motorización de tecnología de punta que permite una marcha suave y cómoda para el usuario que viaja en una de las 138 cabinas, cada una con capacidad hasta para 12 personas.
La puesta en servicio del Metrocable Picacho también abrió la puerta para que en el noroccidente de la ciudad se desarrollen obras en beneficio de la comunidad, reconfigurando los territorios y generando nuevo espacio público de calidad. La sexta línea de cables aéreos se terminó de construir y entró en funcionamiento en medio del reto que implicó la pandemia. Requirió una inversión de $364.955 millones, recursos aportados por la Alcaldía de Medellín, la Gobernación de Antioquia y el Metro de Medellín.