La futura Línea 7 de Metro de Santiago ha vivido un importante hito: la empresa ferroviaria francesa Alstom se adjudicó la licitación pública para proveer de trenes, sistema CBTC (conducción automática) y el mantenimiento por 20 años. Dicha licitación fue publicada el 20 de diciembre de 2020 y contó con la participación de 12 empresas, de las cuales tres realizaron una oferta. Línea 7 busca mejorar la calidad de vida de miles de habitantes en comunas de la capital de Chile, reduciendo los tiempos de desplazamiento entre estaciones terminales hasta en un 54% (cerca de 80 minutos), en beneficio en los tiempos de traslado de aproximadamente un millón 365 mil personas.
La adjudicación tiene dentro de su alcance fabricar 37 trenes nuevos para Línea 7, implementar el sistema de conducción automática CBTC y realizar por 20 años las tareas definidas en el contrato de mantenimiento (correctivo, preventivo, lavado de trenes, etc.). “La adjudicación de los trenes es otro paso relevante para el avance de este proyecto que generará 22 mil puestos de trabajo durante toda su construcción y que generará mayor equidad social y territorial en una ciudad de ocho millones de habitantes como Santiago. Con Línea 7 se suman nuevas comunas para quienes es muy importante nuestro servicio, como Renca y Cerro Navia, además de Vitacura. De esta manera buscamos acercar a las personas a vivir una mejor ciudad, ayudando a que sean dueños de sus tiempos, a que estén más cerca de sus seres queridos, de sus lugares de trabajo o estudio, que puedan acceder a nuevos servicios y más oportunidades”, dijo el Presidente del Directorio de Metro de Santiago, Louis de Grange.
Respecto del aporte medioambiental de este proyecto, Louis de Grange explicó: “la expansión de la Red de Metro de Santiago, a través de sus proyectos, es un aporte clave para descongestionar y descontaminar la ciudad. En lo concreto, Línea 7 implica una reducción en las emisiones de CO2 equivalente a plantar 55 mil árboles adultos, aspecto fundamental en revertir los efectos del cambio climático y dar sostenibilidad a nuestra ciudad“. Durante sus distintas etapas, el proyecto ha contado con una alta participación de las autoridades comunales y vecinos, tanto en los espacios formales, como en otras instancias adicionales que generó la empresa a través de reuniones ciudadanas anticipadas, lo que permitió incorporar comentarios y sugerencias que potenciaron el Estudio de Impacto Ambiental, el que fue aprobado por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
Sobre los nuevos trenes
La fabricación del material rodante será en Alstom, Sao Paulo, Brasil. Contempla la fabricación de 37 trenes automáticos nuevos. Cada uno de ellos estará formado por cinco coches; los dos coches extremos serán de 21 metros de largo y los coches intermedios de 20 metros, formando unidades de 102 metros de largo y 2,85 metros de ancho.
Los trenes tendrán capacidad para transportar a 1.250 personas. Otras prestaciones son:
Los trenes serán transportados vía terrestre, por medio de camiones desde la fábrica de Brasil a los Talleres de Línea 7 de Metro, en donde serán descargados. Arribarán a talleres entre los primeros meses del 2025 y la mitad del 2026, e irán llegando a una razón aproximada de dos trenes por mes.
Implementación del sistema CBTC
La licitación también contempló la implementación del sistema CBTC, método de señalización que permite controlar la circulación de trenes sin conductor y que garantiza la seguridad durante los movimientos de trenes, el intercambio de pasajeros y la operación. Durante el proyecto se desarrollarán las etapas de diseño, ingeniería, montaje, pruebas y puesta en servicio del sistema.
A la fecha, Línea 7 alcanza el 3,7% de avance, mientras que la extensión de Línea 2 tiene un 81% y la extensión Línea 3 un 68% de avance. Por su parte, Línea 8 y Línea 9 recibieron del Ministerio de Hacienda de Chile la autorización de financiamiento para su etapa de factibilidad, por lo que están en curso los procesos de licitaciones tanto para la asesoría especializada, como de los desarrollos de ingeniería básica y estudios previos, como de mecánica de suelos y aerofotogrametría, los que a su vez permitirán la presentación de ambos proyectos al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) y la posterior tramitación de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA).