Como parte de esta iniciativa, la estación Universidad Católica se convirtió, por un día, en la estación del respeto y la diversidad.
“Cuando hay respeto, la discriminación se queda abajo”. Con este llamado, Metro de Santiago, dio un paso importante en su compromiso permanente con la inclusión en la red, al sellar un compromiso de colaboración con la ONG Movilh, que incluye diversas acciones destinadas a crear conciencia tanto en los usuarios del tren subterráneo, como en sus trabajadores, acerca de las implicancias concretas de la entrada en vigencia de la Ley 20.609 o “Ley Zamudio”, que establece medidas contra la discriminación.
La campaña contempla la instalación de gráficas en paneles de estaciones y coches de Metro durante un mes y aborda la discriminación desde distintos ángulos: exhibe imágenes de una mujer embarazada, parejas homosexuales, un joven con síndrome de Down y un adulto mayor.
Con estas acciones, se busca sensibilizar y educar a los pasajeros del tren subterráneo, para ayudar a evitar acciones discriminatorias, tanto al interior de la red, como fuera de ella.
La iniciativa forma parte del Plan de Acción 2014, dado a conocer por el tren subterráneo hace algunas semanas y persigue como objetivo convertir la red de Metro de Santiago en un lugar inclusivo, que acoge a todos los habitantes de la ciudad, sin importar su condición sexual, opción religiosa, o capacidades diferentes.
El Gerente General de Metro, Ramón Cañas señaló recalcando el compromiso de la empresa con todos sus usuarios. “Hace una semana estuvimos inaugurando ascensores en estación Rondizzoni y hoy estamos llamando a nuestros usuarios a hacer de Metro un lugar cercano, inclusivo y acogedor. Con estas acciones queremos reafirmar nuestro compromiso con todos nuestros pasajeros. Pero también estamos sellando nuestro compromiso con la ciudad, porque queremos un Santiago más amable, más respetuoso y más inclusivo”.
Esta campaña cuenta con el patrocinio del Ministerio de Desarrollo Social, y de sus servicios asociados SENADIS y SENAMA. La ministra María Fernanda Villegas aseguró que “hoy decimos sí al respeto y a la inclusión y dejemos abajo la intolerancia y la discriminación”, junto con afirmar que “en nuestras ciudades mujeres y hombres, sin importar sus capacidades, religión, edad, orientación sexual, color, condición económica, social u otra diferencia tienen un espacio y merecen del buen trato”.
Por ello, la ministra puntualizó que “el estado y este gobierno reafirma con el apoyo a esta iniciativa su compromiso de trabajo por la promoción de los derechos de las personas e invitamos a todos los usuarios de este importante medio de transporte a reflexionar sobre como erradicar la discriminación, la intolerancia y la falta de respeto de nuestras prácticas sociales”.
En la ceremonia también participó el director del área de Derechos Humanos del Movimiento Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez. Para el vocero de esta agrupación, Oscar Rementeria la actividad es de gran importancia y recalcó que “Superar la discriminación es un desafío cultural de largo aliento, por lo que aplaudimos que una empresa tan relevante como Metro de una señal concreta para contribuir a hacer de Chile un país respetuoso de su diversidad, en alianza con una organización social como la nuestra. Hoy el Metro se ha vestido de diversidad, de colores, marcando un antes y un despuès en la forma como las empresas han abordado la discriminación, tratando en forma inédita en una campaña masiva la realidad de las parejas del mismo sexo”.
La actividad, patrocinada por el Ministerio de Desarrollo Social y sus servicios relacionados Senadis y Senama, se realizó en estación Universidad Católica, lugar que se convirtió por un día en la estación del respeto y de la diversidad, en recuerdo de los dramáticos hechos vividos el 27 de marzo de 2012, en el Parque San Borja, cuando el joven Daniel Zamudio fue asesinado por su condición homosexual. Por ello, asistieron adultos mayores y personas con discapacidad visual y auditiva, quienes llamaron a los usuarios del Metro a respetar el uso preferencial de ascensores y de asientos en los trenes, y facilitarles de esta manera el desplazamiento por la red.