SÃO PAULO, BRASIL.- Con dificultades financieras y el número de pasajeros que pagan disminuyendo, el Metro de São Paulo quiere potenciar sus actividades fuera de los rieles para obtener más ingresos.
Una de las estrategias de la empresa para esto es la concesión a la iniciativa privada de centros comerciales y shoppings en estaciones integradas a terminales de autobús de la ciudad.
Cinco proyectos ya están en desarrollo: la ampliación del shopping Itaquera, con el aumento de un 50% en su tamaño y una inversión de R$ 275 millones, y la construcción de shoppings o centros comerciales en las estaciones Marechal Deodoro, Vila Mariana, Vila Madalena y São Bento. El plan de Metro es alcanzar 17 terminales de integración con negocios privados en los próximos años.
Raquel Verdenacci, gerente de nuevos negocios de la empresa, dijo a Folha que, en ese paquete de 17 estaciones, la empresa no está abierta solamente para shoppings, sino también para centros hospitalarios o educacionales.
“Lo que hacemos es ofrecer la explotación del espacio aéreo de nuestras propiedades. Lo que se explotará quedará a criterio de los interesados”, dice.
Actualmente, el Metro tiene cinco shoppings que funcionan en sistema de concesión. Este modelo define una remuneración mínima anual o un porcentaje de la facturación bruta del centro comercial (el valor que sea mayor) como contrapartida a cambio de la explotación del área.
Sumados, los shopping Itaquera, Santa Cruz, Tucuruvi, Boulevard Tatuapé y Tatuapé generaron ingresos por R$ 46 millones al Metro en 2015. Esto representa un 25% del total de R$ 186,4 millones de los ingresos no provenientes de tarifas obtenidos por la empresa durante el año pasado. Es un valor superior al obtenido en la explotación de publicidad, tiendas y espacios en las estaciones y telefonía.
Aunque los números y los plazos de este proyecto de expansión comercial todavía sean confidenciales, solamente la ampliación del shopping Itaquera generará R$ 4 millones adicionales a la empresa. Esta obra deberá estar lista para el Día de la Madre de 2018, año en que también debe inaugurarse el proyecto de la estación Marechal Deodoro, cuya documentación ya se encuentra en revisión en el Municipio.
“La crisis económica trae efectos para todos, pero estamos trabajando para minimizar su impacto en la empresa, aliviar sus costos. Tener un proyecto adherido a una estación del metro es una óptima oportunidad, tenemos más de 4 millones de usuarios por día”, afirma José Carlos Nascimento, director financiero de Metro.
En 2015, la empresa recaudó R$ 1,7 mil millones con ingresos por tarifas. En 2016, la empresa espera recaudar R$ 60 millones al menos, razón por la cual desea aprovechar otras fuentes de ingresos.
En medio de la crisis económica, perjudicaron a las cuentas de la empresa la disminución de los pasajeros que pagan y el aumento de los beneficiarios de gratuidades y descuentos, como son los estudiantes, personas de la tercera edad y personas con capacidades diferentes.
Aquello que la empresa dejó de recaudar con las gratuidades debe ser reembolsado por el gobierno del Estado, pero éste, durante el año pasado, dejó de traspasar unos R$ 66 millones de los R$ 330 millones previstos.
Con menos recursos, Metro reduce los costos de funcionamiento, lo que perjudica el mantenimiento de trenes y la calidad del servicio. Las inversiones en ampliación de la red no se ven afectadas, pues esas obras son pagadas directamente por el gobierno.
Además, por la falta de monedas para el cambio, la empresa se ha visto forzada a realizar descuento en los pasajes de R$ 3,80 comprados en efectivo en las cajas de las estaciones.
SÃO BENTO
El centro comercial previsto por el Metro para la estación São Bento tendrá una característica diferente a las demás: éste no será un shopping vertical. La propuesta de la empresa, que está más avanzada que las demás, es aprovechar y revitalizar el boulevard que ya existe en la estación, en la salida próxima al Monasterio de São Bento. Hasta optar por esta licitación, la empresa negociaba el arriendo de espacios de manera individual; hoy, en el lugar, muchos de ellos han cerrado sus puertas.
Cerca de 45 espacios formarán parte del nuevo centro comercial, tanto en el área libre como en el área pagada (después de los torniquetes). La mayoría de los establecimientos deberá destinarse a la alimentación, con restaurantes y redes de comida rápida.
Obtenida por Folha, la propuesta de Metro prevé 1.700 m² de área alquilable, en un total de 4.500 m². El mantenimiento de este espacio deberá realizarse por iniciativa privada. Inicialmente bautizado como Complejo São Bento, el proyecto tendrá un plazo de diez años de concesión, con posibilidad de renovación por igual período.
El rendimiento mínimo esperado por la compañía es de R$ 960 mil anuales, distribuidos entre la recaudación con alquiler y el alivio en cuentas de mantenimiento, seguridad e IPTU. Se exige todavía una inversión mínima inicial de R$ 3 millones en infraestructura, con reformas de red hidráulica y eléctrica, instalación de sistema de ventilación y equipamiento de seguridad e incendio.
“Este proyecto está del lado de la pendiente Porto Geral, imaginamos que será muy atractiva para quien descienda en São Bento para realizar compras en la 25 de Marzo”, evalúa José Carlos Nascimento, director financiero de Metro. Nascimento cree que, con la revitalización, el complejo también vuelva a ofrecer atractivos culturales.
Destinada a operadoras de shoppings, centros comerciales y consorcios de franquicias, la licitación debe tener su anuncio publicado a finales de septiembre. Ya en el caso de los otros proyectos, se realizará una audiencia pública el próximo mes para discutir también sus planes.
FUENTE: Folha de S.Paulo