El primer ministro de
Francia, Jean-Marc Ayrault,
desveló hoy la hoja de ruta del proyecto que prevé mejorar y
ampliar la red de transporte y el alojamiento de todo el área
metropolitana de París, que aspira a estar acabado en 2030 y cuyo
coste se estima en más de 27.000 millones de euros.
El plan es herencia del mandato del
expresidente Nicolas Sarkozy, que lanzó la idea en
2007, y busca tanto reforzar el atractivo de la región a nivel
internacional, como mejorar la calidad de vida quienes viven en el
bautizado como “Gran París”.
“La Ile-de-France -la región de
París– representa el 30 por ciento de la riqueza
nacional. Es la región más rica, la más potente, y en la que hay
más empleo, pero también una en la que se concentran enormes
dificultades en la vida cotidiana, en particular para desplazarse”,
aseguró hoy Ayrault en una entrevista al diario “Le Parisien”.
El Gobierno pretende alcanzar un
ritmo de 70.000 nuevos alojamientos al año, frente a los 40.000
actuales, y hacerlo de manera más eficiente y respetuosa con el
medio ambiente, algo de cuya coordinación se encargará a partir de
enero de 2016 un nuevo establecimiento público, bautizado como la
Metrópoli de París.
En la mejora de la calidad de vida
de los ciudadanos cobra una importancia especial la red de
transporte, sobre la que Ayrault reconoció hoy en un discurso que
“demasiado a menudo es sinónimo de incomodidad, retrasos,
estrés”.
El metro periférico, que permitirá
los desplazamientos entre los barrios de las afueras, es la columna
vertebral de ese “Gran París”, con 72 estaciones y 200 kilómetros
de vías, repartidas en cuatro nuevas líneas que rompen con la
actual centralización en torno a la capital.
La financiación recae en la
“Société du Grand Paris” (SGP), un establecimiento público creado
en 2010 para llevar a cabo este proyecto, y que espera financiarse
principalmente con los impuestos sobre los inmuebles comerciales,
una subvención estatal y la concesión de las futuras líneas a las
empresas que las operen.